Sor Juana Inés de la Cruz y su legado a las Calles Chilangas

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Miguel Cabrera. Sor Juana Inés de la Cruz. Óleo sobre tela, madera, marfil y carey. 281 x 224 cm. Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, Ciudad de México.

Hoy, 12 de noviembre, celebramos el nacimiento de una de las mentes más brillantes y audaces de la historia de México: Sor Juana Inés de la Cruz. A más de tres siglos de su muerte, su legado literario, filosófico y feminista sigue inspirando. Conocida como «La Décima Musa» o «La Fénix de América», Sor Juana representa el espíritu de resistencia intelectual y el amor por el conocimiento que aún se respira en cada rincón de la Ciudad de México.

¿Quién fue Sor Juana?

Nacida en 1651 en San Miguel Nepantla, Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana mostró desde pequeña una inteligencia inusual. A los tres años, ya sabía leer y escribir, y a los ocho escribió su primer poema. Sin acceso a la educación formal, Sor Juana se dedicó a devorar los libros de la biblioteca de su abuelo y a aprender todo lo que podía de manera autodidacta.

Su amor por el saber la llevó a unirse al convento de San Jerónimo en la Ciudad de México, donde encontró un refugio que le permitió dedicarse al estudio y a la escritura. A lo largo de su vida, escribió poesía, teatro, ensayos y cartas, explorando temas como la libertad, el conocimiento y la desigualdad de género.

Sor Juana y la Ciudad de México

La Ciudad de México fue el hogar de Sor Juana durante sus años en el convento, y aquí fue donde desarrolló la mayor parte de su obra. Su celda en el convento de San Jerónimo se convirtió en un espacio de reflexión y aprendizaje, lleno de libros, instrumentos científicos y arte, donde Sor Juana cultivó su amor por la filosofía, la teología y las artes.

En una época en la que se esperaba que las mujeres se dedicaran exclusivamente al hogar, Sor Juana desafió las normas al convertirse en una de las intelectuales más destacadas de su tiempo. Su famosa «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz» es un testimonio de su lucha por el derecho de las mujeres a aprender y a expresarse.

Detalle de una escultura de Sor Juana Inés de la Cruz en Av. Paseo de la Reforma. Crédito Internet.

Su Legado en Nuestras Calles

Sor Juana es un símbolo de libertad y lucha por el conocimiento, una voz que sigue viva en cada rincón de esta ciudad. Sus pensamientos, tan visionarios como rebeldes, parecen estar presentes en la vida cotidiana de la Ciudad de México. En el Centro Histórico, cerca de donde vivió y estudió, su espíritu aún resuena entre las calles.

Hoy, en su cumpleaños, recordamos a Sor Juana como una mujer valiente y adelantada a su tiempo, cuya pasión por el saber sigue inspirando a las generaciones actuales. Si te encuentras por el Centro Histórico, aprovecha para visitar el exconvento de San Jerónimo, un lugar que guarda la esencia de una de las mentes más brillantes de la historia mexicana.

Celebremos a Sor Juana, quien desde hace siglos sigue recordándonos la importancia de la curiosidad, la libertad de pensamiento y el poder de la palabra.

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